Quén me habrá mandado!!!

jueves, 6 de enero de 2011

CAMBIO

A veces pienso, porque debería ser yo la que continuamente se adapta a los malestares, enojos, inseguridades y demás sentimientos que afloran en los demás. Muchas veces me pregunto cuan camaleónica puedo ser para sobrellevar semejante peso en mí. Y saben que: parece que este pequeño cuerpo puede levantar más peso que lo que se imaginaba.
Adaptarse al cambio de los otros no es fácil, requiere de agilidad mental, paz interior, y sobretodo de una inminente gastritis nerviosa que te provoca el callarte todo el tiempo lo que pensás para que el otro no se enoje o se sienta mal.
Sé que es absolutamente incorrecto mi accionar, que como dicen muchos libros de Autoayuda, hay que expresar lo que uno siente. Pero yo me pregunto, ¿porqué cuesta tanto poder hacerlo? y porque es tan alto el costo a pagar cuando abrimos nuestra boca y a borbotones sale lo que reprimimos por tanto tiempo.
Todavía no encuentro la respuesta. Si alguien la tiene, estoy dispuesta a escucharla. Besos

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